El bosque se encamina al enriquecimiento de su diversidad florística y la fauna asociada a la misma, así por ejemplo tenemos, que los endémicos distritales Coccothrinax muricata (yuraguana) e Hildegardia cubensis (guana), otras especies maderables valiosas, como Cordia gerascanthus (varía), y Cedrela odorata (cedro), Swetenia mahagonia (Caoba), Hibiscus elatus (Majagua) están incrementando su número hasta en las áreas de sabanas antropogénicas. El grado de conservación existente, ha contribuido a que reporten 42 vertebrados endémicos, entre géneros, especies y subespecies y 21 especies con categoría de amenaza de extinción, como es el caso de Corvus minutus (Cao pinalero), Epicrates angulifer (Maja de Santa María), Capromys pilorides (Jutía Conga), Aratinga euops (Catey) lo cual le confiere gran importancia para la fauna autóctona del APRM.