Rodolfo Parrado Junco

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Rodolfo Parrado, supo de la ferocidad del ejército español desde muy temprana edad. Residía en la finca Peralejo, donde había nacido y vivía junto a sus padres Pedro y Margarita.

Durante la guerra de 1868 su casa fue asaltada y la soldadesca fusiló a Manuel, su hermano mayor, que cayó prisionero y quemó la casa de vivienda.

Privado del hogar pasó el resto de la guerra en los campamentos mambises de la zona con apenas ocho años de edad. En ellos conoció a Henry Reeve quien le tenía un afecto entrañable y a quien Rodolfo consideraba como “el más destacado de los jefes del 68”
Al término de la contienda y siendo un hombre joven trabajó como ganadero actividad a la que se dedicaba toda su familia, y que le permitió alcanzar una cuantiosa fortuna. Cuando estalla la Guerra del 95 ya participaba en los trajines conspirativos y quedó encargado por el Dr. Manuel Ramon Silva y otros jefes como enlace entre la ciudad de Camagüey y los insurrectos. En este cargo de “comunicante” como se le llamaba fue ratificado por Máximo Gómez a su llegada a Camagüey. De este modo prestó importantes servicios a la causa libertaria. El 12 de febrero de 1896 ante la comunicación de que iba a ser detenido por las fuerzas españolas escapa desde el Casino Campestre en la ciudad hasta el Ciego de Najasa a donde llega ese mismo día.
Allí fue incluido en las filas del Regimiento de Caballería “Eduardo” bajo el mando del teniente coronel Ramón Fonseca. El 14 de junio de 1896, en la finca Consuegra, siendo ya capitán es presentado por su jefe al General Máximo Gómez que alaba su actuación personal en la Guerra a lo que Gómez respondió “…lo dejé en el campo enemigo la otra vez, y ahora lo encuentro de capitán” aludiendo irónicamente al tiempo que pasó de “comunicante”
Participó en la Batalla de Saratoga, en el combate de San Andrés, en el que fue herido y en el de La Purísima, entre otros. Posterior a la muerte de Fonseca fue ascendido a comandante y nombrado jefe del Regimiento Eduardo. El 16 de marzo de 1899 le fue conferido el grado de teniente coronel y ya establecida la paz se le ascendió a coronel. Fue uno de los tantos mambises que se negó a entregar las armas cuando el Ejército Libertador fue licenciado.
Establecida la República, a pesar de ser uno de los jefes del Partido Conservador en Camagüey no aceptó ningún cargo público ni electivo y no participó en las luchas que se desataron en Cuba entre los veteranos de las Guerras de Independencia.
Una muestra de la integridad cívica y moral de Rodolfo, fue dada por este cuando el Partido Conservador acordó integrarse al llamado “cooperativismo”. En estas actividades conspirativas ayudó en múltiples ocasiones a los grupos estudiantiles rebeldes contra la tiranía machadista a quienes consideraba compañeros ideales de los mártires del 71, llega a esconder en su casa a algunos de esos jóvenes para protegerlos de la persecución de los esbirros de aquel régimen. Por esa causa tuvo que sufrir un proceso acusado de comunista y ser llevado a juicio ante los tribunales de excepción de aquel entonces.
Falleció en Camagüey en su casa de la Avenida de la Libertad, el 1ro de diciembre de 1939 a la edad de 78 años.
Autor: M.Sc. José Antonio Morales Oropesa